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Veranos que queman, sistemas rotos: cómo el calor extremo y la injusticia se cruzan en nuestras comunidades

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Llegó el verano, pero para millones de personas en Estados Unidos no es la temporada de sol, albercas y vacaciones que muchos imaginan. Es una temporada de olas de calor peligrosas, recibos de luz por las nubes y vecindarios olvidados por las políticas climáticas.

Para las comunidades Latinas, la realidad es aún más dura. El calor extremo no es solo incómodo, es mortal.

De hecho, el calor extremo ya es el desastre climático más mortal del país. Y cada año se pone peor. La contaminación por combustibles fósiles y décadas de abandono político han acelerado la crisis climática, convirtiendo días comunes de verano en situaciones de riesgo para nuestras vidas.

Pero esta crisis no se mide solo en grados. Se mide en quién tiene árboles y parques, y quién no. En quién puede pagar el aire acondicionado, y quién no. En quién trabaja bajo el sol sin protección, y quién tiene el privilegio de estar bajo techo.

Esa es la injusticia del calor extremo. Y hay que hablarla.


Los combustibles fósiles están calentando nuestros vecindarios

Este verano, muchas regiones del país ya están rompiendo récords de calor. Científicos del Union of Concerned Scientists y Climate Central lo confirman: sin el cambio climático, estas olas de calor serían casi imposibles. Quemar petróleo, gas y carbón está haciendo que el verano sea cada vez más peligroso.

Pero no todos sufren igual. Las comunidades Latinas enfrentamos una mayor exposición a la contaminación y los impactos del cambio climático. Vivimos más cerca de autopistas, plantas de energía y pozos petroleros. Rentamos casas viejas e ineficientes, en zonas con poca sombra. Y muchas veces trabajamos al aire libre, donde casi no hay reglas que nos protejan del calor.

El Latino Climate Justice Framework ha documentado cómo nuestras comunidades enfrentan mayores costos de energía, más contaminación del aire y mayor riesgo por calor extremo. De hecho, los Latinos tienen 21% más probabilidades de vivir en “islas de calor”, barrios sin árboles y llenos de concreto que atrapan el calor y hacen el verano aún más peligroso.

El “Big Beautiful Bill” está empeorando las cosas

Mientras las comunidades suenan la alarma, algunos políticos nos están empujando hacia atrás. El llamado “Big Beautiful Bill,” aprobado recientemente por el Congreso, se presenta como una solución económica. Pero en realidad, incluye recortes peligrosos que hacen que el calor extremo sea aún más mortal.

Este proyecto recorta la expansión de Medicaid, dejando sin cobertura médica a millones, incluyendo a trabajadores esenciales que están en mayor riesgo durante olas de calor. También elimina créditos fiscales para energía limpia, que ayudan a llevar energía solar y eficiencia energética a quienes más la necesitan. Y reduce fondos esenciales para árboles, parques y mejoras en el hogar. Peor aún, protege a los contaminadores al hacer más difícil regular a las industrias que causan el cambio climático.

Todo esto sucede mientras las familias Latinas ya enfrentan algunos de los costos de energía más altos del país. Según el LCJF, los hogares Latinos en ciudades grandes pagan en promedio un 24% más en energía que los hogares blancos. Para muchas familias, el aire acondicionado sigue siendo un lujo.


El calor extremo también golpea el bolsillo

Los impactos del calor extremo no solo afectan la salud, ambién afectan la economía de nuestras familias trabajadoras.

Trabajadores agrícolas, de la construcción y de entrega, en su mayoría Latinos,  enfrentan pérdida de salarios, facturas médicas, y en los peores casos, la muerte. A medida que suben las temperaturas, también suben los recibos de luz. Pero muchas familias Latinas no califican para programas de eficiencia energética o energía solar, dejándolas con decisiones imposibles: pagar la renta o mantenerse frescos.

El LCJF resalta que casi el 52% de los hogares Latinos rentan, y viven en viviendas viejas que no están preparadas para el clima extremo. Estas casas carecen de aislamiento, sistemas eficientes de enfriamiento, y acceso a programas que podrían aliviar la carga.


Sí hay soluciones, pero necesitamos acción real

No tiene que ser así. En todo el país, las comunidades Latinas están construyendo soluciones reales, lideradas por la comunidad y basadas en la justicia.

En Brooklyn, el proyecto Sunset Park Solar está llevando energía limpia y accesible directamente a las manos de residentes locales. Esta iniciativa solar comunitaria reduce los costos de energía, genera riqueza comunitaria y reduce nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

Pero estas soluciones necesitan apoyo, no sabotaje. Necesitamos que nuestros líderes reviertan los recortes del “Big Beautiful Bill” y hagan inversiones en infraestructura de enfriamiento, viviendas eficientes, y programas de energía limpia con justicia. Necesitamos protecciones fuertes para quienes trabajan al aire libre. Y debemos dejar de subsidiar a la industria de los combustibles fósiles y rechazar “falsas soluciones” como la captura de carbono que solo retrasan el cambio real.


Es urgente que OSHA apruebe protecciones contra el calor

Es fundamental que OSHA apruebe estándares fuertes que protejan a los trabajadores del calor extremo, tanto en interiores como al aire libre. GreenLatinos está exigiendo que OSHA fortalezca su propuesta de regla contra lesiones y enfermedades por calor. Trabajadores en la primera línea, muchos de ellos Latinos, enfrentan riesgos desproporcionados por la exposición al calor. Ya entregamos un poderoso testimonio público durante la audiencia de OSHA y presentamos una petición firmada por más de 120 personas exigiendo protecciones reales. Estas reglas son esenciales para salvar vidas, mejorar condiciones laborales y avanzar hacia la justicia ambiental. Mira nuestro testimonio en Twitter y únete a la exigencia de reglas fuertes.


Nuestras comunidades merecen alivio, resiliencia y respeto

El calor extremo es un tema de salud pública, de derechos humanos y de justicia ambiental. Las comunidades Latinas estamos alzando la voz, pero necesitamos que quienes están en el poder escuchen e inviertan en soluciones reales, centradas en la comunidad.

Cuando sube la temperatura, se notan las grietas del sistema. Pero también se revela la fuerza de nuestra gente y el poder de la acción colectiva.

¿Quieres tomar acción por el aire limpio y la justicia climática en nuestras comunidades latinas? ¡Sé parte de nuestro grupo! Recibirás información, recursos y oportunidades para participar en eventos virtuales y presenciales—todo mientras construimos poder junto a GreenLatinos.


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