Gracias EPA
Agradezca a la EPA por finalizar una regla sólida para reducir el metano y otros contaminantes dañinos de las operaciones de petróleo y gas.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) del presidente Biden finalizó recientemente normas para reducir el metano y otros contaminantes nocivos de las operaciones de petróleo y gas en todo el país.
Agregue su nombre a esta petición agradeciendo al presidente Biden y a la EPA por tomar medidas audaces para abordar el cambio climático y proteger la salud y el bienestar de nuestras comunidades.
Estimado presidente Biden y administradora de la EPA, Regan:
Nosotros, los abajo firmantes, le escribimos para expresar nuestra gratitud por su liderazgo en la finalización de la norma para reducir la contaminación por metano y otros contaminantes atmosféricos nocivos del sector del petróleo y el gas. Esta audaz acción es un paso fundamental para abordar el cambio climático, proteger la salud pública y crear nuevos empleos.
Estas protecciones de sentido común abordan una de las mayores fuentes de contaminación desestabilizadora del clima en Estados Unidos y el mundo. El metano es 80 veces más poderoso para calentar el clima que el dióxido de carbono, y más de un tercio del calentamiento que el mundo está experimentando hoy se debe a las emisiones de metano provenientes de actividades humanas.
Reducir las emisiones de metano es esencial para mantener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados, frenar el ritmo del cambio climático y prevenir sus peores impactos, como fenómenos meteorológicos más extremos. La EPA estima que esta norma evitará aproximadamente 58 millones de toneladas de emisiones de metano entre 2024 y 2038, lo que nos adelantará en el horizonte temporal actual de 20 años para alcanzar 1,5° de calentamiento.
Además de sus beneficios climáticos, esta norma también mejorará la calidad del aire y protegerá la salud pública. El gas metano se emite desde los equipos de petróleo y gas junto con otras emisiones peligrosas, incluidos compuestos orgánicos volátiles que forman smog y hollín y toxinas del aire como el benceno, un carcinógeno humano. Estos contaminantes impactan de manera desproporcionada la salud y la seguridad de las comunidades de bajos ingresos y de color en lugares como el sur de California, Texas, Luisiana y el noroeste de Nuevo México, así como las comunidades de bajos ingresos y las personas mayores en los Apalaches. La norma de la EPA reducirá cantidades sustanciales de estas emisiones además del metano.
Al reducir el metano, también reducimos la exposición a compuestos orgánicos volátiles que pueden empeorar el asma, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias y provocar una serie de otros problemas de salud. La EPA estima que esta norma evitará hasta 1.500 muertes prematuras y 100.000 ataques de asma cada año. Con salvaguardias críticas y aplicables, podemos ayudar a proteger a las comunidades de justicia ambiental y a quienes viven en la primera línea al reducir la exposición a la contaminación de los trabajadores y las comunidades que viven más cerca de la extracción.
Esta regla también es una victoria para la economía. La transición hacia una economía de energía limpia ya está en marcha, creando nuevos empleos y oportunidades económicas en todo Estados Unidos. Esta nueva regla sobre emisiones de metano acelerará aún más esta transición al alentar el desarrollo y la implementación de tecnologías innovadoras de detección y mitigación de metano. Un análisis de la BlueGreen Alliance encontró más de 10.000 empleos netos directos e indirectos al año se creará gracias a los esfuerzos por reducir las emisiones de metano en el sector del petróleo y el gas hasta 2035.
Lo felicitamos por tomar esta audaz acción para abordar el cambio climático y proteger la salud y el bienestar de nuestras comunidades. Ahora comienza el trabajo para garantizar la implementación efectiva de estas reglas federales. Una adopción rápida y una aplicación significativa por parte de las agencias reguladoras son esenciales para proteger el clima y la salud de las comunidades de justicia ambiental, los trabajadores del petróleo y el gas y aquellos que viven en la primera línea de extracción.
Gracias por su liderazgo.
Atentamente,